Realizar un buen vacío antes de cargar un
sistema nuevo con refrigerante o después de reparar uno, es esencial para la
correcta operación de un sistema frigorífico. Una operación correcta, significa
mayor tiempo de la instalación y el equipo.
La bomba de vacío, lleva incorporada un medidor
de mbar es una herramienta esencial.
Usando la bomba de vacío, evitaremos los siguientes problemas:
Usando la bomba de vacío, evitaremos los siguientes problemas:
Problema número 1
Si se deja humedad en el sistema, algo de ella se convertirá en hielo (debido al vapor de agua que lleva la humedad) cuando el refrigerante se introduce en el sistema. Si se deja suficiente humedad, se formarán grandes partículas de hielo y pueden bloquear el capilar o el pistón ocasionando averías en el equipo de refrigeranción.
Problema número 2
Si la humedad y el aire se dejan en el sistema, pueden formar ácidos cuando se combinan con cloro (el cual es un componente de los refrigerantes CFC o HCFC como el R-12 y el R-22) y aceites (del compresor). Con el tiempo, estos ácidos "devoran" el bobinado del compresor y provocan fallas prematuras en el mismo.
Problema número 3
Si la humedad y el aire se dejan en el sistema, pueden
provocar presiones más altas que lo normal. Estas presiones pueden desorientar
a un técnico y provocar altas temperaturas de descarga en la válvula, lo que de
nuevo, puede llevar a una falla prematura en el compresor.
Problema número 4
Si no se usa un medidor de micrones, una pequeña fuga nunca podrá
ser detectada usando medidores convencionales. Ya que el vacuometro mide en mbar
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