La etiqueta energética de la EU está diseñada
para proveer a los consumidores con información precisa, reconocible y que se
pueda comparar del consumo energético, funcionamiento y otras características
esenciales de los equipos domésticos. Esto permite al consumidor saber la
eficiencia de cada producto y cómo reducir los costes de energía.
La etiqueta es la misma para todos los productos de la misma
categoría. De este modo, los consumidores pueden comparar fácilmente las
características de los electrodomésticos de cada categoría, tales como el
consumo de energía, de agua, la capacidad, etc.
La información que contiene la etiqueta está basada en los
test estándar prescritas en la Directiva Europea.
La etiqueta energética clasifica los productos de la A a la
G, siendo la A la más eficiente y la G la menos eficiente.
La legislación Europea introduce nuevas clases, que llegan
hasta A+++ para adaptar el tema los desarrollos tecnológicos y llegar más lejos
en la diferenciación en términos de eficiencia energética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario