Guía para el mantenimiento de aparatos de aire acondicionado

Encontrar una guía para el mantenimiento de aparatos de aire acondicionado no siempre es fácil debido a la presencia de numerosos modelos, cada uno de los cuales tiene características diferentes.

Sin embargo, usted debe llevar a cabo las operaciones regularmente para alargar la vida de su equipo y proteger su salud y la de los suyos.

El mantenimiento de aire acondicionado se realiza generalmente en el período antes de la llegada del calor, o al menos antes de la primera vez que ponga en marcha su dispositivo. Antes de realizar cualquier operación siempre es mejor para eliminar la entrada de alimentación eléctrica.

El primer paso es el control de las  unidades exteriores de aire acondicionado, control de la ausencia de hojas, ramas o cualquier otro factor que puede impedir la rotación correcta de la ventilador. Es recomendable usar un compresor para la eliminación del polvo en las unidades y así facilitar el paso del aire por las baterías (condensadora y evaporadora) para que realicen correctamente su función.

En cuanto a las  unidades interiores, es importante la eliminación del polvo que se ha acumulado en su superficie, limpiar y desinfectar los filtros para quitar el polvo y las bacterias del aire. Para eliminar el polvo de los filtros, incluso los de carbono , basta con lavar con agua, jabón y desinfectante bajo un grifo. 

Después de la limpieza, es necesario secar los filtros al aire evitando la luz solar o cualquier otra fuente de calor antes de volver a colocar los filtros deben limpiar el interior del acondicionador de aire mediante un rociador desinfectante, antibacterias apropiado.

Al final se procede a poner en funcionamiento el aire acondicionado durante un periodo de unos 60 minutos, evitando quedarse en la habitación para evitar la inhalación de los productos de limpieza utilizados.

La misma operación se realiza en los acondicionadores de aire portátiles . Al final de la temporada de verano, se recomienda cubrir la unidad exterior con una tela transpirable, como un saco o un paño de algodón y retirelas pilas del mando a distancia para evitar la oxidación o en el peor de los casos, la fuga de ácido.